el Papa Francisco ve en Romero un icono, del tipo de obispo que él quiere, y del tipo de iglesia que
- Contexto Comunicacional | La Diaria | Entrevista
- 27 jul 2015
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Contexto Comunicacional | La Diaria entrevistó al Arzobispo Gregorio Rosa Chávez de la Diócesis de San Salvador en el marco del II Encuentro mundial de Movimientos Populares, que tuvo lugar los días 7, 8 y 9 de Julio en Santa Cruz Bolivia con la Presencia del Papa Francisco I y el hermano Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia Evo Morales.
Rosa Chávez fue amigo, hermano de Monseñor Romero, lo considera su maestro. Y ve en él, el ejemplo a seguir, porque Romero ´empuja a dejar las posiciones cómodas y a correr riesgo´. Nos compara a Monseñor Romero con Francisco I. Y se imagina una Iglesia con reformas revolucionarias.
La Diaria: ¿Como ves desde su fe religiosa, este nuevo andar del Papa Francisco I zambulléndose en la realidad mundial? ¿Y en estos Encuentros que vienen impulsando con los Movimientos Populares?
Arzobispo Rosa Chávez: Está muy claro que Francisco cree en la sociedad civil organizada, que tiene un proyecto, una propuesta, y que trata de ser coherente y él ha apostado a eso; porque él está muy claro en que el sistema económico existente no promueve a la persona, la destruye. Ha sido muy categórico en esa afirmación desde el principio, y en coherencia con eso ha optado por acompañar este esfuerzo del pueblo organizado. Un poco lo que hizo Romero en el Salvador. Es el mismo esquema de Monseñor Romero, sólo que en ese entonces el contexto era mucho más violento. En el fondo es la misma visión y el mismo compromiso. Y también la misma coherencia de vida, que hace de Francisco un líder de gran calidad en el mundo de hoy.
La Diaria: ¿Ud. Descubrió al Papa siendo Francisco? ¿O ya tenía referencias del Cardenal Bergoglio?
Arzobispo Rosa Chávez: Mi primer encuentro con él fue cuando en el año 2007 cuando se dio a conocer APARECIDA. Ahí fue donde él se proyectó a nivel mundial. El coordinó el documento final de APARECIDA, y eso fue lo que lo lanzó una dimensión mundial y sobretodo latinoamericana. Por eso cuando llega a Papa hace que ese proyecto - de esta Iglesia latinoamericana – se propone desde el clero, como el camino a seguir, eso es algo completamente nuevo en nuestra historia como Iglesia. Por eso es que es tan impactante y tan revolucionario su planteamiento y su compromiso.
La Diaria: ¿En sus 40 años de vida dedicados al proyecto de Dios, nos imaginamos que en el Salvador ha pasado por situaciones de mucha violencia, en situación de dictaduras militares liberales?
Arzobispo Rosa Chávez: Nosotros tuvimos 50 años de gobiernos militares, y un gobierno en la democracia en el año 84. Le tocó a Romero el último gobierno militar. El Obispo Romero fue víctima de este gobierno que lo asesinó. Nos acostumbramos a no tener democracia, a procesos meramente formales de elecciones. Estamos aprendiendo la democracia, pero con una violencia brutal. En este momento hay un fenómeno que son las pandillas ligadas al narcotráfico. Somos de los países más violentos del mundo en este momento; un promedio de 15 homicidios diarios en un país de 6 millones es totalmente salvaje, pero es la realidad nuestra. Es un poco un nuevo tipo de guerra que tenemos ahora, la primera guerra de 12 años que nos costó muchos muertos, tenemos este nuevo tipo de guerra atípica con resultados muy dolorosos.
La Diaria: ¿Usted estuvo acompañando al Obispo Romero, fue su compañeros?
Arzobispo Rosa Chávez: Yo conocí a Romero cuando tenía 14 años. Él era Sacerdote, éramos de la misma diócesis. Luego trabaje con él un año completo antes de ser sacerdote yo mismo. Nos hicimos amigos, durante su tiempo de arzobispo estuve muy cerca de él. En su diario aparece muchas veces mi nombre, ligado a momentos muy difíciles de su ministerio, sobre todo cuando tenía que defenderse ante Roma de acusaciones falsas que hacían contra él, entonces estuve muy cercano a él. Fue como un maestro para mí, además de un amigo y un hermano. Y ahora que lo veo en los altares… es una alegría inmensa la que sentimos los que caminamos junto a él y pudimos acompañarlo en sus momentos más difíciles.
La Diaria: El Obispo Romero era muy claro cuando nos decía que no solamente hay que describir la pobreza, sino que hay que descubrir cuáles son las causas de la pobreza. ¿Lo ve en sintonía con los mensajes que viene forjando el Papa Francisco? Por ejemplo en Ecuador planteó que cuando muere alguien de frío o de hambre abandonado en al calle, el mundo no se conmueve, pero cuando la bolsa baja 1 o 2 puntos hay conmoción y es noticia a nivel mundial.
Arzobispo Rosa Chávez: Precisamente el Papa Francisco ve en Romero un icono, del tipo de obispo que él quiere, y del tipo de iglesia que él quiere. Hay todo un artículo que trata ese tema, viendo un gran paralelismo entre dos personajes, Francisco y Romero. Y está muy a gusto Francisco con Romero, lo ve como el ideal que él quiere, de pastor y también de iglesia, por eso es que cuando lo beatifica da unos calificativos asombrosos. Me gusta mucho cuando habla de él como el hombre que se metió en el pueblo, acompañó al pueblo, lo educó, lo orientó, y se arriesgó y dio la vida por ese pueblo. Eso, que el Papa lo diga, y que diga que así fue como él quiso imitar a Jesucristo, es una afirmación sumamente atrevida que el Papa ha hecho. Romero pudo escaparse pero no se escapó. Sabía que lo iban a matar y decidió quedarse con la gente. Eso es realmente lo que lo hace de un líder, un líder querible, ¿no?. Y eso fue Romero y ese es también Francisco. Y él también sabe que hay gente que lo quisiera matar, ¿verdad? Pero él sabe que le queda poco tiempo de vida, y lo quiere vivir intensamente.
La Diaria: Cuando Usted hablaba que Francisco quiere Obispos como Romero, ¿cómo ve a la Iglesia, a los obispos, a los cardenales, a los curas, en función de estas buenas nuevas, desde este nuevo lenguaje que viene a traer Francisco desde la representación más alta, desde el mismo vaticano?
Arzobispo Rosa Chávez: Él se bajó de allá, quiso estar abajo, en el primer nivel, no en los palacios del Vaticano. Y eso ha sido un terremoto para los que tienen otro tipo de vida, alejado de la realidad, de un cierto modo más indiferente. Francisco está cuestionando a los más cercanos colaboradores con toda claridad, y eso a muchos los incomoda. O sea, Francisco es muy incómodo para muchísima gente. Otros, es decir, nos sentimos muy bien con él, pero en realidad mucha gente ahora está incómoda con él, pero él sabe que es el camino que hay que seguir, que esa es la iglesia de Jesús, que tiene que recuperar su verdadera identidad al proyecto que Jesús quiso para la Iglesia. Es lo que está - Francisco hoy - planteando y realizando, y repito, con mucha resistencia, y también con mucha valentía, con mucha audacia, de ese equipo de cardenales que lo rodea, que es el que él sembró. Es algo insólito en la Iglesia, son gente independiente en todos continentes y comparten su visión, y no dependen de la curia romana, eso es algo muy revolucionario. Y lo que están planeando como reforma es algo que va muy al fondo, y va a ser una gran bendición.

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