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Las aguas bajan turbias


La marca del río Luján llegó a los 5,43 metros. El pico de 2014 fue de 5,32. Olivera se transformó casi en un pueblo fantasma. En Areco la Ruta Nacional 8 sigue cortada. El Servicio Meteorológico pronostica una sudestada que complicaría todavía más la situación.



El avance de las aguas en la provincia de Buenos Aires no cede. Ya suman más de 10 mil los evacuados, muchos de ellos niños, por la continua crecida de los ríos Luján, Arrecifes y Areco. Los Bomberos Voluntarios de Luján informaron que el río homónimo llegó a 5,43 metros, una marca record que generó 300 evacuados y una cifra no determinada de autoevacuados. Cerca de allí, Olivera se transformó casi en un pueblo fantasma. En Arrecifes evacuaron a cerca de 250 damnificados y otro tanto en Pilar. Ya hay 2 mil afectados en la ciudad de Mercedes y suman unos 500 evacuados. Salto fue declarada el lunes zona de desastre y el río superó la cota de 9,30 metros, mientras que en San Antonio de Areco la Ruta Nacional 8 permanece cortada. Se mantiene el alerta roja porque el Servicio Meteorológico pronostica una sudestada que complicaría aún más la situación.


Muchas personas en Luján debieron pasar la noche en distintos centros de evacuados, ya que el río registró una altura de 5,40 metros, superó la marca en la inundación anterior y afectó las zonas ribereñas, donde debió interrumpirse el suministro eléctrico por precaución. Los autoevacuados buscaron refugio en casas de familiares y amigos. Lucía Rodríguez, de la Municipalidad de Luján, dijo que “las casas ribereñas son las más comprometidas”, que “los cortes de luz inducidos tienen lapsos de hasta 24 horas” y aconsejó “a los vecinos que no saquen la basura”. Todo el complejo de la basílica, erigido en una zona bastante alta, no corre riesgo, aunque el agua llegó al primer escalón del templo. El Complejo Museo Enrique Udaondo está bajo el agua y tuvieron que mudar todas las piezas –vestimenta y mobiliario antiguos– al primer piso. Lo mismo sucede en el Museo de Transporte y hasta en el Cabildo de Luján, que en el siglo XIX fue cárcel para prisioneros de las Invasiones Inglesas y hasta del mismísimo virrey Sobremonte. Luego fue escuela y estanco de tabaco. La crecida de las aguas también obligó a suspender el servicio en la terminal de ómnibus de Luján. Con cronogramas alterados, los micros de larga y media distancia salen de Humberto I y Carlos Pellegrini. El parque de diversiones no tiene niños que lo disfruten porque está inundado.


“Desde la tele muestran el drama y la gente se angustia”, afirmó Rodríguez. “Si bien el Consejo Escolar aún no definió la suspensión de clases, hay escuelas bajo el agua y no se dictan clases. En los colegios donde el agua no llegó no es obligatorio concurrir”, agregó.


Hay 300 evacuados y no hay registro oficial de autoevacuados. “Hay quienes no quieren moverse de sus casas. A ellos es necesario acercarles cosas de uso cotidiano, como ropa de bebé, velas, agua, pañales, artículos de aseo, colchones, toallas y calzado”, informó Rodríguez. “Acá se hicieron obras, como el desmalezamiento del acacio negro y de otras especies que hacen que el agua no corra y quede estancada; eso ayudó bastante –dice Rodríguez–. Pero el problema viene de Pilar y se origina al rellenar humedales para construir barrios privados, que hizo que el río se taponara y el agua no pudiera escurrir. También construyeron canales clandestinos que vienen de campos de Mercedes y que desembocan en el río, que finalmente desborda. Las agrupaciones ambientalistas luchan por conservar los pocos humedales que quedan”, concluyó.


El Luján es un río de llanura que en vez de encauzarse, se expande. Sus márgenes no dan abasto para absorber el agua. Y cuando crece, las localidades lindantes quedan sumergidas. Olivera, situada entre Luján y Mercedes, se inundó por séptima vez en tres años. Viven cerca de 2600 habitantes y muchos lo perdieron todo. Sus calles huelen mal y las clases se suspendieron.


En Salto, el río Arrecifes alcanzó una altura 9,30 metros, dejando bajo el agua al 10 por ciento de la ciudad, 680 evacuaciones, otras 500 personas autoevacuadas y alrededor de 5 mil viviendas afectadas por la inundación. En San Antonio de Areco, el río creció y luego se estabilizó. Pero el tránsito fue cortado en la Ruta Nacional 8, a la altura del kilómetro 113. Hay unas 100 personas evacuadas y el número de autoevacuados superaría los 1000. En tanto que en Arrecifes evacuaron a 247 personas que tenían hasta casi 50 centímetros de agua en sus casas.

Fuente: Página 12

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