De Revancha y Resistencias

Ganó el Imperio. Ya no con golpes sino con el voto popular. Si bien el recuento definitivo no está, sabemos que fue por muy poco. Eso implica que la tan nombrada grieta marca un empate. La fuerza de las resistencias es la única que podrá combatir la revancha.

Lo que se viene

No hay posibilidad de ser optimista. El debate gradualismo o shock encarna un error de base. El nuevo gabinete demuestra que no hay medias tintas. Ya han gobernado, ya han destrozado los logros nacional-populares. El peronismo tuvo una activa resistencia en los trabajadores tras la Fusiladora. Treinta años les llevó desestructurar todo con el plan Martinez de Hoz. Al contrario, el kirchnerimos deja muchos logros colgando de hilos.

Desde los treinta kilómetros de fibra óptica, la televisión digital, entre otros puntos, sabemos que las corporaciones pueden con poco acumularlo todo. Una gran transferencia de recursos hacia los ricos, mediante una devaluación. Apertura de importaciones y destrucción del renaciente entramado industrial argentino. Justamente, el imperio desde Juan Domingo Perón en adelante siempre se preocupó en cómo resquebrajar cualquier intento de soberanía nacional. El 22/11 es para ellos un día histórico.

A nivel regional en Brasil vuelven a la carga con el juicio político a Dilma. En Venezuela fusilan opositores para desestabilizar el proceso electoral del 6/12. Veremos qué preparan en Bolivia que va a las urnas el 21/2 por la reelección de Evo.

Resistencias

Parte de la nueva militancia desconoce el panorama que se abre. Doce años de un proyecto de país en marcha implicó para ciertos sectores adormecimiento. A la vez lógicas liberales de la política están incrustadas en el campo popular. Es ahí donde deberemos avisparnos y plantear cómo enfrentar la nueva etapa. En cada sector cultural, de trabajo y territorial un plan de reivindicaciones. Eso mismo que en la década kirchnerista por sectarismos y mezquindades, en parte, no se logró. A la vez un plan político. ¿Cómo queda parada la partidocracia? ¿la militancia debe esperar definiciones de la clase política?

Seguramente el sindicalismo siga dividido. Pero hay un dato a tener en cuenta. A diferencia de los noventa, los dialoguistas-colaboracionistas van a tener un costo. Porque nuestra sociedad creció en conciencia. Más de una década de paritarias permiten afirmar que se va a resistir al ajuste.

Luego, cuando estén los FMI, los ingleses y los yanquis en visita diplomática, será fundamental el repudio político. Las fuerzas de seguridad estarán preparadas para reprimir. Por eso debatir estos escenarios callejeros será necesario. Porque no hay posibilidad de resistencia activa sin represión de la derecha.

Por último, el conjunto del mapa mediático estará en manos de liberales. De allí que el rol de los medios populares crece en responsabilidad histórica. Por eso será fundamental el respaldo de las organizaciones libres del pueblo y del movimiento obrero organizado para potenciarlos. Disputar el sentido común conservador y apátrida es una tarea central.

Fuente: Radio Grafica

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